Programa PREE 5000: en qué consiste y cómo acceder a las ayudas
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Vivimos en una época en la que la tecnología ha dejado de ser un lujo para convertirse en una herramienta clave en nuestro día a día. La domótica, o automatización del hogar, es un claro ejemplo de ello. Y es que no solo mejora nuestra comodidad y seguridad, sino que también es un potente aliado para la eficiencia energética. Pero ¿qué es exactamente la domótica? ¿Cómo se aplica en casa? Y sobre todo, ¿de qué manera nos permite ahorrar energía y dinero? En este artículo te lo contamos todo.
La domótica es el conjunto de tecnologías aplicadas al control y automatización inteligente del hogar. A través de sistemas conectados, sensores y dispositivos inteligentes, es posible gestionar de forma eficiente distintos aspectos de una vivienda: iluminación, climatización, electrodomésticos, persianas, seguridad o incluso el riego del jardín.
En otras palabras, hablamos de una “casa inteligente” capaz de tomar decisiones automáticas para optimizar el consumo energético, mejorar el confort y adaptarse a nuestros hábitos.
La domótica en el hogar ya no es ciencia ficción. Cada vez es más accesible y fácil de implementar, incluso en viviendas ya construidas. Estos son algunos ejemplos prácticos de domótica en casa:
Puedes instalar bombillas LED inteligentes que se controlan desde el móvil o mediante asistentes de voz como Alexa o Google Home. Se programan para apagarse cuando no hay nadie o simulan presencia cuando estás fuera.
Regulan la calefacción y el aire acondicionado de forma automática. Aprenden tus rutinas y ajustan la temperatura para evitar consumos innecesarios.
Permiten controlar el funcionamiento de aparatos electrónicos para que solo estén activos cuando realmente los necesitas.
Se ajustan según la hora del día o la temperatura exterior, ayudando a mantener una temperatura agradable sin tirar de calefacción o aire.
Sistemas conectados a la meteorología que solo riegan cuando es necesario, evitando derroches de agua.
Incorporar sistemas domóticos en el hogar puede traducirse en un ahorro energético significativo. Estos son algunos de sus beneficios más destacados:
Al evitar el funcionamiento innecesario de luces, aparatos o climatización, el consumo se reduce notablemente. Se estima que una vivienda con una instalación domótica bien optimizada puede ahorrar entre un 25% y un 40% en energía. Consulta más información sobre cómo ahorrar energía instalando domótica en tu vivienda.
La domótica adapta la casa a tus necesidades sin que tengas que hacer nada: la temperatura ideal al llegar, luces suaves al anochecer o cafetera encendida por la mañana.
El uso eficiente de los recursos contribuye a reducir las emisiones de CO2. La tecnología, bien utilizada, puede ser una gran aliada en la lucha contra el cambio climático.
Los sensores de presencia evitan que las luces, la calefacción o el aire acondicionado permanezcan activos cuando no hay nadie en casa.
Aunque el concepto de “hogar inteligente” pueda sonar complejo, hoy en día existen muchas opciones accesibles para comenzar con pequeñas instalaciones domóticas sin hacer grandes obras.
Muchos sistemas se pueden integrar de forma inalámbrica y modular, lo que permite ampliarlos poco a poco según tus necesidades.
Muchos hogares que han apostado por la domótica están viendo resultados reales en términos de consumo. Por ejemplo:
Estos datos, además de ser respaldados por estudios de eficiencia energética, coinciden con la experiencia de usuarios que han ido incorporando estas soluciones de forma progresiva.
Los precios varían mucho según el nivel de automatización deseado.
Aun así, se trata de una inversión a medio plazo que puede amortizarse rápidamente gracias al ahorro en consumo energético. Sigue en tiempo real la demanda de energía eléctrica en España.
La domótica ya no es cosa del futuro, sino del presente. Cada vez más hogares apuestan por sistemas que no solo aumentan su comodidad, sino que también hacen su consumo más eficiente, sostenible y responsable. En un contexto en el que la energía es un bien escaso y costoso, aprovechar la tecnología para usar solo la que necesitamos es una decisión inteligente.
La domótica no solo cambia la forma en la que interactuamos con nuestra casa. Representa un paso clave hacia un modelo de vida más eficiente y sostenible. Gracias a ella, es posible reducir el consumo, optimizar el uso de recursos y mejorar nuestro confort diario. Una casa más inteligente es, sin duda, una casa más preparada para el futuro.
Además de la domótica, existen otras medidas que ayudan a mejorar la eficiencia energética de tu hogar. Desde mejorar el aislamiento térmico de tus paredes, sótano o techo, hasta sustituir tu caldera tradicional por un sistema de aerotermia. Si has realizado o estás pensando en realizar alguna mejora en tu hogar que involucre a alguna de las anteriores, Bonoverde te da la oportunidad de recuperar parte de tu inversión en menos de 3 meses.
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