Coches eléctricos: una oportunidad real con ayudas y ahorro
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Cuando llega el calor, todos buscamos una casa fresca y confortable. Pero ¿cuál es realmente la temperatura ideal en verano? Poner el aire acondicionado demasiado bajo puede hacer que la factura se dispare y que la sensación térmica cambie bruscamente al entrar o salir. Por eso, encontrar el equilibrio entre confort y eficiencia es clave.
Descubre cuál es la temperatura óptima para tu casa, cómo ajustarla según el momento del día, qué dicen los expertos y qué puedes hacer para mantener una temperatura estable sin depender en exceso del aire acondicionado.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la temperatura ideal para una vivienda en verano se sitúa entre 24 ºC y 26 ºC. Esta franja permite un ambiente agradable sin forzar el funcionamiento del aire acondicionado.
Esta recomendación también está respaldada por la Agencia Internacional de la Energía (IEA), que sugiere no bajar de 24 ºC para mantener un uso racional de la energía.
Ajustar el aire acondicionado por debajo de los 22 ºC puede ser contraproducente: además de disparar el consumo eléctrico, puede provocar problemas de salud como resfriados, sequedad en la garganta o dolores musculares por cambios bruscos de temperatura.
Durante el día, cuando la actividad en casa es mayor y las temperaturas exteriores suben, lo recomendable es mantener el aire acondicionado entre 24 y 26 ºC. Esta franja permite refrescar el ambiente sin generar un salto térmico agresivo con el exterior.
Mientras dormimos, el cuerpo necesita menos enfriamiento. La temperatura ideal del aire acondicionado para dormir en verano es de entre 26 y 27 ºC, o incluso algo más alta si utilizas ventiladores o tienes una buena ventilación nocturna.
Algunos aires acondicionados incluyen el modo “Sleep” o “Noche”, que ajusta automáticamente la temperatura para favorecer un descanso más saludable y económico.
Colocar el termostato a una temperatura constante dentro del rango recomendado evita subidas y bajadas que incrementan el consumo. Además, si tu aire acondicionado es programable, puedes:
Bajar un solo grado el termostato puede aumentar el consumo eléctrico hasta en un 7%, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el organismo público que promueve la eficiencia energética en España. Por eso, mantener una temperatura equilibrada es una de las formas más eficaces de ahorrar energía sin renunciar al confort.
Dormir con calor puede ser una auténtica pesadilla. Pero dormir con demasiado frío también puede afectar al descanso. Los expertos en descanso recomiendan mantener el dormitorio entre 25 y 27 ºC, con una humedad relativa en torno al 50%.
Si el aire acondicionado es demasiado ruidoso o seco, puedes combinarlo con ventiladores silenciosos, textiles ligeros y una correcta ventilación antes de dormir.
Si no dispones de aire acondicionado, o si quieres reducir su uso, puedes mantener una temperatura agradable aplicando medidas pasivas:
Una vivienda con aislamiento térmico adecuado puede mantener una temperatura interior estable sin necesidad de refrigeración constante. Las paredes mal aisladas permiten la entrada del calor exterior, forzando el uso del aire acondicionado y elevando el consumo. Descubre cómo puedes mejorar el aislamiento de tu vivienda sin necesidad de obra.
La temperatura no lo es todo. La humedad relativa del aire influye en cómo percibimos el calor. En verano, lo ideal es mantener la humedad entre 40% y 60%.
Cuando la humedad es alta, el sudor se evapora con más dificultad, lo que nos hace sentir más calor. Por eso, un deshumidificador puede ayudarte a mejorar el confort térmico sin tener que bajar tanto la temperatura.
Pasar de 38 ºC en la calle a 21 ºC en casa puede parecer agradable al principio, pero supone un shock térmico para el organismo. Las consecuencias van desde dolores musculares y contracturas hasta infecciones respiratorias.
Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), lo mejor es mantener una diferencia máxima de entre 6 y 8 ºC respecto a la temperatura exterior, especialmente en personas mayores, niños y personas con enfermedades respiratorias.
En España, el Real Decreto 14/2022 establece que en los edificios públicos y comerciales la temperatura mínima del aire acondicionado debe situarse en 27 ºC en verano (con excepciones como hospitales o cocinas industriales).
Aunque en viviendas privadas no es obligatorio seguir esta norma, sí es una referencia útil para mantener el confort sin excesos.
Mejorar el aislamiento térmico de tu casa es una de las mejores decisiones que puedes tomar para mantener una temperatura agradable durante todo el año, especialmente en verano.
Mantener una temperatura ideal en verano no tiene por qué significar un gasto excesivo ni depender todo el día del aire acondicionado. Una de las soluciones más efectivas y sostenibles es mejorar el aislamiento térmico interior de tu vivienda.
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